Capítulo 4 La naturaleza del porno

El porno trabaja secuestrando tu sistema de recompensa natural, diseñado para reproducir estímulos lo más que se pueda. La forma tan rápida e instantáneamente accesible del porno de internet mantiene tu sistema de recompensa produciendo dopamina por un período de tiempo mucho más prolongado de lo normal. Esto es denominado científicamente como el efecto de Coolidge, el cual es muy probable que ya conozcas.

La dopamina es un neurotransmisor asociado con los sentimientos de deseo, y el placer real es producido por los opioides. Más dopamina significa más opioides, y más acción. Sin la dopamina, acciones como comer no se sentirían placenteras ni serían completas. Toma de ejemplo los alimentos con alto contenido de azúcar y grasas, los cuales producen la mayor liberación de dopamina y opioides.

La dopamina también es liberada en respuesta a la novedad. Y con lo que parece ser una cantidad infinita de pornografía disponible, esta cantidad de novedad inunda el sistema límbico (nuestro sistema de recompensa) de dopamina, haciendo que la primera vez que veas porno actúes de inmediato, teniendo un orgasmo y desencadenando otra inundación, ahora de opioides, en tu sistema. Incentivado por la necesidad de más dopamina, el cerebro almacena este proceso como un guion para recordarlo fácilmente, y endurece las vías neuronales que permiten la liberación de dopamina, liberando así un químico llamado DeltaFosB. Luego el cerebro invocará estas vías neuronales en respuesta a estímulos como comerciales sexys, tiempos en soledad, estrés o incluso esos momentos donde te sientes un poco desanimado, preparándote para bajar el tobogán de agua de nuevo. Cada que este proceso es repetido, más DeltaFosB es liberado, así el tobogán está más engrasado, estable y listo para poder bajar en él la próxima vez.

El sistema límbico tiene su propio sistema de autocorrección para poder recortar la cantidad de dopamina y receptores de opioides cuando detecta que hay una frecuente y diaria liberación de dopamina. Desafortunadamente, estos receptores también son necesarios para mantenerte motivado todo el día, así como para poder manejar el estrés diario. La cantidad nominal de dopamina producida por las recompensas naturales simplemente no se pueden comparar con la dopamina inducida por el porno, y no son tan eficientemente absorbidos por los receptores disminuidos, llevándote a sentirte más estresado e irritado de lo normal. Este proceso es conocido como desensitización.

Pasado este ciclo ya has cruzado la ‘línea roja’, cosa que te provocará sentimientos como lo son la culpa, el disgusto, vergüenza, ansiedad y miedo, que a su vez aumentan los niveles de dopamina y causan que el cerebro los malinterprete como excitación sexual.

Mientras pasa el tiempo, el cerebro no solo se insensibiliza a los videos antes vistos, sino también a los géneros y al nivel de shock que provocan. Esta menor motivación desencadena sentimientos de menor satisfacción mientras nuestro cerebro se compromete más en calificar constantemente, empujándote a buscar más videos para saciar esa hambre.

Entonces buscas más novedad, dando clic en videos amateurs, en esos videos que te inducen shock, esos que se encuentran en la página principal, y que en tu primera visita dijiste que nunca verías.

El efecto Coolidge

“En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.”
- Khalil Gibran

Un fugaz sentimiento de seguridad es todo lo que se necesita para atravesar un momento difícil de tu vida, ¿pero podrá tu insensible cerebro superar dichos momentos sin el desestresante que los no-usuarios pueden usar?

La inundación de dopamina en tu sistema actúa como una droga de acción rápida, cuyo efecto decae rápidamente y te induce a dolores de abstinencia. Algunos usuarios tienen la ilusión de que estos síntomas de abstinencia son el terrible trauma que sufren cuando tratan de parar o son forzados a hacerlo. Aunque, de hecho, estos síntomas son enteramente mentales, debido a que el usuario se siente privado de su placer o apoyo.

4.1 El pequeño monstruo

La abstinencia química real que ocasiona el porno es tan sutil que muchos usuarios han vivido y muerto sin darse cuenta de que son drogadictos. Muchos usuarios temen a las drogas, y aun así es exactamente lo que son, drogadictos. Por fortuna, es una droga fácil de dejar, pero primero necesitas aceptar que, de hecho, eres un adicto. La abstinencia del porno no causa ningún dolor físico y es meramente un sentimiento vacío e inquieto, de que algo falta, que es por eso por lo que muchos piensan que esto tiene relación con el deseo sexual. Prolongado, este sentimiento se convierte en nervios, inseguridad, agitación, poca confianza en sí mismo e irritabilidad. Es como estar hambriento — hambriento de un veneno.

A los pocos segundos de empezar una sesión, la dopamina es suministrada al cerebro, y el ansia acaba, resultando en un sentimiento de satisfacción mientras te ‘deslizas por el tobogán’. En los primeros días, los dolores de abstinencia y su posterior alivio son tan leves que no nos percatamos de dichos. Cuando nos convertimos en usuarios regulares, creemos que es porque llegamos a disfrutar estos dolores o que ya desarrollamos el ‘hábito’. Cuando la verdad es que ya nos enganchamos, sin darnos cuenta. El ‘pequeño monstruo’ ya está en nuestro cerebro, haciendo que tomemos un pequeño viaje por el tobogán de vez en cuando para alimentarlo.

Todos los usuarios empiezan a buscar porno por razones irracionales. La única razón por la cual lo siguen usando, sea un usuario casual o un adicto, es para alimentar a ese pequeño monstruo. Todo este enigma es una serie de crueles y confusos castigos, pero quizá el aspecto más patético de esto es el sentido de disfrute que un usuario consigue de una sesión, solo para tratar de recuperar ese sentido de paz, tranquilidad y confianza que tenía en su cuerpo antes de haberse enganchado en primer lugar.

4.2 La molesta alarma

¿Alguna vez te ha pasado que la alarma del coche de un vecino estuvo sonando por un bueeen rato — o cualquier tipo de agravio similar — hasta que ese sonido por fin para y un maravilloso sentimiento de paz y tranquilidad irrumpe en ti? Esto no es un sentimiento de paz en sí, sino el fin de una molestia. Antes de iniciar en la próxima sesión, nuestro cuerpo está completo, pero entonces empezamos a forzar a nuestro cerebro a bombear dopamina, a sentir deseos, y cuando acabamos y ese sentimiento de deseo empieza a salir de nuestro sistema, sufrimos de los dolores de abstinencia. Estos dolores no son físicos, son meramente un sentimiento de vacío. No somos conscientes de que existen, pero es como un grifo que gotea dentro de nuestro cuerpo.

Nuestras mentes racionales no lo entienden, pero no tienen que. Todo lo que sabemos es que queremos porno y cuando nos masturbamos, esas ansias desaparecen. Sin embargo, la satisfacción es fugaz porque, en orden para aliviar esas ansias, más porno es requerido. Tan pronto tienes el orgasmo, las ansias empiezan de nuevo y la trampa te sigue reteniendo. ¡Un bucle, hasta que lo rompes!

La trampa del porno es similar a usar zapatos ajustados solo para obtener placer al quitártelos. Y hay 3 principales razones por las cuales los usuarios no pueden verlo de esta manera:

  • Desde nuestro nacimiento, hemos sido sujetos a cantidades masivas de lavado de cerebro, diciéndonos que el porno de internet es simplemente otro desarrollo novedoso y moderno que reemplazó la versión impresa del porno. Esta falacia es usualmente acompañada de la falacia que la masturbación no es dañina, así que, ¿por qué no habríamos de creerles?
  • No pueden verlo así debido a que la abstinencia física de dopamina no involucra dolor real, sino meramente un sentimiento de vacío, similar al del estrés normal o el hambre. Este sentimiento se manifiesta antes y después de cada sesión, ya que son los únicos momentos en los que tenemos la verdadera intención de buscar porno. Tendemos a considerar este sentimiento como algo normal.
  • Sin embargo, la razón primaria por la que los usuarios no pueden ver la pornografía en su máximo esplendor es debido a que trabaja de ida y de regreso. Es cuando no la estás consumiendo cuando sufres de ese sentimiento vacío. Debido a que el proceso de engancharse es increíblemente sutil y gradual, el sentimiento de vació es considerado como algo normal, y así no lo puedes tomar como producto de la sesión anterior. El momento en el que el navegador es encendido y empiezas tu sesión, obtienes un ‘boost’ y te pones menos nervioso o más relajado, cosa por la cual el porno de internet obtiene el crédito.

Este proceso reverso de ‘ida y regreso’ hace que todas las drogas sean difíciles de dejar. Imagina el estado de pánico de un adicto a la heroína que no dispone de su droga a la mano. Ahora imagínate esa alegría absoluta cuando por fin pueden insertar una aguja en sus venas. Los no-usuarios no sufren de este sentimiento de pánico.

La heroína no alivia ese sentimiento, lo causa. Similarmente, los no-usuarios no sufren ningún sentimiento de vacío o necesidad de pornografía, o sentimiento de pánico cuando no tienen internet. Los no-usuarios no pueden entender cómo es posible que los usuarios obtengan placer de videos de dos dimensiones con sonidos ‘muteados’ y cuerpos de anormales proporciones. Y eso que, a su vez, los usuarios tampoco llegan a entenderlo.

Hablamos de porno de internet siendo algo relajante y satisfactorio. ¿Pero cómo puedes estar satisfecho a menos que estuvieras insatisfecho en primer lugar? Un no-usuario no sufre de este estado insatisfecho, sintiéndose completamente relajado después de una cita sin sexo, mientras que el usuario no se relaja hasta que haya satisfecho a su ‘pequeño monstruo’.

4.3 ¿Un placer o un apoyo?

Un recordatorio importante — la principal razón por la que los usuarios encuentran difícil dejar el porno es debido a la creencia de que están renunciando a un placer o apoyo genuino. Es esencial entender que no estás renunciando a absolutamente nada. La mejor manera de entender las sutilezas de la trampa del porno es comparándolo con comer. El hábito de las comidas regulares no nos causa una hambruna entre cada comida, siendo que nos sentimos hambrientos solo cuando estas son pospuestas. No hay dolor físico, solo un sentimiento de vacío que reconocemos como hambre. Satisfacer nuestra hambre es sin duda un proceso placentero.

La pornografía parece ser casi idéntica, pero no lo es. Así como con el hambre, no hay dolor físico y el sistema de recompensas se comporta de manera similar, pero es la similitud de comer lo que engaña al usuario a creer que hay un genuino placer o apoyo. Aunque comer y consumir porno parecen ser similares, en realidad son exactos opuestos:

  • Comer se hace para sobrevivir y darle energía a tu vida, mientras que la pornografía atenúa y reduce tu energía.
  • La comida sabe genuinamente rica y comer es una experiencia genuinamente placentera que disfrutamos con el pasar de nuestras vidas. A diferencia del porno, que involucra un autosabotaje a nuestros receptores de felicidad, destruyendo a su vez nuestras posibilidades de afrontar y disfrutar nuestra vida.
  • Comer no crea el hambre y lo alivia genuinamente, mientras que la primera sesión de porno que tenemos desencadena nuestras ansias por dopamina y las sesiones que le siguen. Lejos de aliviar dicho sentimiento, nos asegura que sigamos sufriendo por el resto de nuestras vidas.

¿Comer es un hábito? Si crees que sí, ¡trata de romperlo por completo! Describir el comer como un hábito sería como describir el respirar como un hábito, siendo que los dos son esenciales para la supervivencia. Es cierto que hay gente que tiene el hábito de saciar su hambre a diferentes horas con diferentes tipos de comida, pero comer no es un hábito en sí. Tampoco lo es la pornografía. La única razón por la que encendemos nuestros navegadores es para tratar de terminar con ese sentimiento de vacío que la sesión anterior empezó, en diferentes tiempos y con diferentes géneros que van escalando en valor.

En internet, la pornografía es frecuentemente referida como un hábito y para conveniencia de EasyPeasy, también se le describe como tal. Sin embargo, te pido que estés constantemente consciente de que el porno no es un hábito, ¡es una adicción! Cuando empezamos a usar porno, nos tenemos que forzar a nosotros mismos para poder afrontar con dicho ‘hábito’. Y antes de que lo sepamos, empezamos a escalar en géneros de porno mucho más bizarros y shockeantes. La diversión está en la búsqueda, no en la ejecución, con la dopamina saliendo rápidamente del cuerpo después del orgasmo, explicando por qué otros usuarios prefieren llegar al borde (o, en otras palabras, retrasar su orgasmo) mientras pasan por múltiples ventanas o videos.

4.4 Cruzando la línea roja

Como con cualquier otra droga, el cuerpo tiende a desarrollar una inmunidad a los efectos de los mismos clips que ya vimos, haciendo que nuestro cerebro necesite buscar más y más novedoso. Luego de haber tenido cortos períodos viendo el mismo clip, este clip deja de aliviar por completo los dolores de abstinencia que la sesión anterior creó. Comienza un juego de ‘jalar la cuerda’ en este ‘paraíso de pornografía’. Por un lado, estás tú, queriendo mantenerte en tu línea roja de ‘porno seguro’, del otro está tu cerebro, queriendo que des clic en ese clip, el que asemeja en cualidad a una fruta prohibida.

Te sientes mejor después de esta sesión de porno donde ganó tu cerebro, pero menos relajado y más nervioso que una persona que nunca empezó. Extraño, ya que vives en el supuesto ‘paraíso pornográfico’. Esta posición es incluso más ridícula que ponerse zapatos ajustados porque mientras sigues con tu vida, una sensación de incomodidad se queda cuando te quitas los zapatos. Porque el usuario sabe que el pequeño monstruo tiene que ser alimentado, siendo el usuario el que escoge el momento, una combinación de cuatro tipos de ocasiones.

  • Aburrimiento/Concentración - Dos completos opuestos.
  • Estrés/Relajación - ¡Dos completos opuestos!

¿Qué clase de droga mágica puede revertir los efectos que tenía minutos antes? La verdad es que el porno no alivia ni el aburrimiento ni el estrés, ni promueve la relajación o la concentración. Si lo piensas, ¿qué otro tipo de ocasiones así tenemos en nuestras vidas, sin contar cuando dormimos? Si tienes la idea de bajar de tono con los géneros que consumes, o consumir ‘softporn’, por favor, ten en cuenta que el contenido de este libro aplica para todo tipo de porno — impreso, webcams, pay-per-views, chats, shows en vivo, etc. El cuerpo humano es el objeto más sofisticado en el planeta, pero no hay una sola especie, ni siquiera la más minúscula ameba u oruga, que sobreviva sin saber la diferencia entre veneno y comida.

A través de selección natural, nuestras mentes y cuerpos han desarrollado técnicas para recompensarnos por todo tipo de acciones, las cuales multiplican y sostienen la raza humana. Pero nuestras mentes no están preparadas para los estímulos supranormales que son más grandes, brillantes y atrevidos que cualquier cosa que puedas encontrar en la naturaleza. Si no lo puedes ver, recuerda que, llegado el punto, incluso la más apagada imagen 2D nos excita. Oh, pero sigue viendo la misma imagen y ya no lo estarás. En la vida real, los cheques y pagos nos inducen a hacer algo más, pero el porno no tiene un limitante, ¡causando que pases el resto de tu vida en un Harem Virtual!

Es una falacia que personas física y mentalmente débiles se convierten en usuarios, exceptuando a los más suertudos, aquellos que encontraron su primera visita a una página repulsiva, y que son curados de por vida. Incluso estos últimos, no están preparados mentalmente para pasar por el duro proceso mental de luchar por engancharse, ni para los miedos de ser descubierto o no saber cómo navegar con los ajustes privados de un navegador. Y quizá la parte más trágica de todo este problema se relaciona con los adolescentes — expertos en encontrar material y esconderlo — que empiezan en números exponenciales, todos los días.

Disfrutar del porno es una ilusión. Saltar de género en género, meramente manteniendo nuestro sentido de novedad dentro de la ‘línea roja’ y el ‘porno seguro’ para poder obtener nuestra dosis de dopamina, es una ilusión. Como un adicto a la heroína, todo lo que estás disfrutando es ese ritual de aliviar los dolores de abstinencia.

4.5 Bailar alrededor de la línea roja

Incluso con aquel video que han frecuentado, los usuarios están constantemente aprendiendo a filtrar las partes feas o malas de un video. Sea cual sea el género, aprenden a filtrar las partes del cuerpo que más les atraen. De hecho, algunos encuentran placer en este ‘baile alrededor de la línea roja’, encontrando excusas para declarar que les gustan las cosas ‘suaves’ y que no son adictos a estímulos supranormales. Pero pregúntale a un usuario que cree que se apega más a cierta actriz o género: “¿si no pudieras acceder a tu género común de porno y tuvieras que usar un género mucho más inseguro, aún te masturbarías con ese?”

¡Claro que sí! El usuario se masturbará con cualquier género que le pongas, escalando las intensidades, las diferencias de orientación sexual, buscando actrices parecidas, activando ajustes peligrosos, todo para satisfacer al pequeño monstruo. Al inicio te parecerán géneros asquerosos, géneros que ‘no saben bien’. Oh, pero con el tiempo… Recuerda, los usuarios incluso buscarán saciar su hambre después de tener sexo real, después de una larga semana de trabajo, cuando tengan fiebre o gargantas secas e incluso, cuando sean internados en el hospital.

El disfrute no tiene nada que ver. Si deseas tener sexo, no tiene sentido que estés sentado junto a tu laptop. Es curioso como algunos usuarios encuentran alarmante el hecho de descubrir que son drogadictos y creen que este hecho hará más difícil que puedan parar. De hecho, estas son buenas noticias por dos razones importantes:

  • La razón por la que muchos continúan usando pornografía es porque, a pesar de que sabemos que las desventajas superan por mucho las ventajas, creemos que hay algo inherente en el porno que disfrutamos, o que actúa similar a un apoyo. Estamos bajo la ilusión de que, al dejar de usarlo habrá un vacío, que ciertas situaciones de nuestras vidas nunca volverán a ser las mismas. Cuando en realidad, el porno no solo nos proporciona nada, sino que nos quita.
  • Aunque el porno de internet es el más poderoso detonante de inundación de dopamina inducido por la novedad y el sexo, y debido a la velocidad con la que te enganchas, nunca te enganchas fuertemente. Los dolores de abstinencia son tan sutiles que muchos usuarios han vivido y muerto sin saber que eran adictos.

¿Por qué tantos usuarios encuentran difícil parar, pasando por meses de tortura y pasando el resto de sus vidas usando pornografía en sus peores momentos? La respuesta es la segunda razón, el lavado de cerebro. Es fácil lidiar con la adicción, siendo que algunos usuarios pueden pasar días sin usar porno en viajes de negocios o en vacaciones, sin ser realmente afectados por los dolores de abstinencia. Con la condición de que su pequeño monstruo está a salvo, a sabiendas de que tan pronto lleguen a su cuarto encenderán la laptop. Puedes sobrevivir a ese irritante cliente, o a los gritos de tu jefe, sabiendo que tu dosis está ahí, en tu celular, lista para ser reclamada.

4.6 La analogía del fumador

Una buena analogía es aquella del fumador de cigarrillos. Si llegaran a pasar 10 horas del día sin poder dar una ‘calada’ de cigarro, estarían arrancándose los pelos, pero algunos usuarios comprarían un coche y se abstendrían de fumar dentro de él. Algunos incluso podrían visitar cualquier restaurante o centro comercial, donde no se les es permitido fumar, y no tendrían problema. Incluso en los trenes, en los aviones, no hay conflicto. Los fumadores estarán complacidos si hay alguien o una situación que los detenga de fumar.

Los usuarios se abstendrán de usar pornografía en ‘casa de sus papás’ durante reuniones familiares y otros eventos sin incomodidad alguna. De hecho, algunos de los usuarios que utilizan el MFV llegan a tener largos períodos en los cuales se abstienen sin ningún problema usando este método. Es fácil lidiar con el monstruo neurológico incluso cuando eres adicto. Hay millones de usuarios que se mantienen como usuarios casuales todas sus vidas, siendo aun tan adictos como los usuarios más frecuentes. Incluso hay usuarios cuya adicción es todavía más fuerte, que después de haber dejado la adicción por completo, tuvieron ‘una miradita’ en un momento débil, engrasando el tobogán para ser usado la próxima vez que su estado de ánimo vuelva a caer.

Como se dijo anteriormente, la adicción al porno no es el verdadero problema, simplemente actúa como un catalizador que mantiene nuestra mente confundida sobre el problema real — el lavado de cerebro. Aun así, no pienses que los malos efectos del porno son exagerados, cuando a lo muchos son infravalorados. Hay un rumor circulando por ahí que dice que las vías neuronales que creamos con el porno se quedarán por siempre en su lugar, con la correcta mezcla de posibilidades y estímulos mandándote de vuelta al tobogán, pero esto es falso. Nuestros cuerpos y cerebros son objetos milagrosos, pudiendo recuperarse en semanas.

¡Nunca es tarde! Una búsqueda rápida de comunidades en línea nos mostrará a gente de todas las edades reiniciando su vida (y la de sus parejas). Así como con cualquier cosa que los humanos hacen, hay algunos que lo llevan a otro nivel: practicando la retención de semen, Karezza y a través de la diferenciación de las partes propagativas y sensoriales del sexo. Los ahora ex-usuarios hacen a sus parejas más felices que nunca.

Quizá sirva de consolación para los usuarios de toda una vida, o para los usuarios más pesados que es tan fácil para ellos parar como lo es para un usuario cualquiera, y de forma peculiar, es muchísimo más fácil. Porque, entre más te atrapa, mayor es el alivio. Cuando yo paré, mi consumo se redujo inmediatamente a cero y no tuve ni un solo dolor de abstinencia. De hecho, el proceso fue disfrutable, incluso en el período de abstinencia.

Pero primero, debemos remover el lavado de cerebro.